EL DENTISTA, tu mejor aliado contra el CORONAVIRUS


Toda la población debe aprender a convivir con la pandemia COVID-19 hasta que dispongamos de una vacuna salvadora o, al menos, hasta que estén bien desarrollados los tratamientos farmacológicos; una cohabitación obligatoria que se aborda con verdadera eficacia preventiva en las clínicas dentales, ya acostumbradas a mantener a raya a otros muchos virus y bacterias que habitan en la boca o en las fosas nasales.


Efesalud ha visitado a los profesionales de la Clínica Vermont en Madrid para comprobar las medidas higiénico-sanitarias que se emplean sistemáticamente en una de las profesiones médicas en las que se produce un contacto más cercano y directo entre paciente y especialista, la odontología: cuerpos pegados y ojos, narices y bocas apenas separadas treinta o cuarenta centímetros.


"Con la llegada del coronavirus hemos tenido que complementar nuestro meticuloso sistema de prevención con un protocolo individualizado para pacientes y trabajadores muy estricto que reduce casi por completo la posibilidad de un contagio por este microorganismo, que se transmite por el aire o por el contacto con las mucosas", destaca el Dr. David Ruiz Siguín, odontólogo especialista en Cirugía, Implantes y Periodoncia.

"Se fundamenta en el uso obligatorio de mascarillas en el interior de la clínica; el lavado de manos con gel hidroalcohólico durante 20 segundos nada más entrar; el distanciamiento social en la sala de espera; la purificación constante del aire; la desinfección de la suela de los zapatos; la verificación de la temperatura corporal para detectar fiebre; la vestimenta añadida de gorro y bata desechables; y en el enjuague bucal de 30 segundos con un colutorio especial previo al tratamiento en el gabinete del odontólogo, parapetado, a su vez, con una EPI con máscara de pantalla contra aerosoles", relaciona.

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Además, l@s pacientes son citados en franjas horarias espaciadas en el tiempo, para evitar aglomeraciones, y se les pide máxima puntualidad y que no vengan acompañados, salvo casos justificados. En la sala de espera la distribución de las butacas consigue una separación física de dos metros.




2 comentarios:

  1. Hay que protegerse aún más de lo que lo hacíamos antes de la llegada de la covid 19, por nuestra salud.

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