PDF: Anestesia Dental e Hipertensión


La hipertensión arterial es el incremento anómalo y mantenido de la presión arterial sistémica, en la cual encontramos como tipo la hipertensión normal, leve, moderada, grave, muy grave e hipertensión arterial sistólica.


Es de suma importancia antes de iniciar la atención odontológica realizar una completa anamnesis, tomando en cuenta su historia familiar y personal de enfermedades, información de tratamiento farmacológico que sigue y su estilo de vida.


La correcta anamnesis al paciente hipertenso permitirá una adecuada administración del anestésico local y prevención de interacciones medicamentosas. 

Las consultas deben ser marcadas en el período de la mañana, pues en ese horario del día la presión arterial es más baja, se puede optar también por marcar al paciente en el momento en que esté menos estresado.

Se identificó que para cada paciente hipertenso se debe personalizar el uso de los anestésicos, ya que cada uno presenta la enfermedad de diferente manera.



La literatura respalda que, ante un paciente controlado, lo ideal es usar un anestésico local, como la lidocaína en solución con un vasoconstrictor de tipo adrenérgico como la epinefrina en concentración no mayor de 1:100.000; sin administrar más de tres cartuchos, siempre y cuando no se trate de un paciente en grado 3 o 4 de hipertensión. 

Tener una buena comunicación con el paciente al momento de realizar la historia clínica dentro de la consulta para saber si presenta alguna enfermedad la cual tengamos que tener presenta para atenderlo y evitar posibles complicaciones. 

Llevar un seguimiento del paciente desde que ingresa a nuestra consulta hasta que sale de ella, controlando sus signos vitales y con ayuda de exámenes complementarios.


En caso de que éste presentase una enfermedad establecer una buena comunicación con el médico de cabecera para así mantenernos informados de la evolución del paciente y cómo manejarnos en la consulta.

Se debe administrar lentamente el anestésico local con el vasoconstrictor a los pacientes y realizar el monitoreo durante la inyección del carpule para controlar las reacciones al fármaco, así como utilizar una cantidad mínima de solución para conseguir la anestesia. 

El odontólogo debe tener en su consulta fármacos antihipertensivos como la Nifedipina, Captopril o Clonidina para actuar con rapidez en el caso de una crisis hipertensiva del paciente. 



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