10 Falsos Mitos sobre la SALUD BUCAL


La Salud Bucal es muy importante y está estrechamente ligada con la salud integral, por ello es muy importante preservarla.


El problema surge a raíz de una pobre cultura de salud dental y el desconocimiento sobre los correctos hábitos dentales, dolencias y otros asuntos relacionados que generan confusión y falsas creencias entorno a la salud de la boca.


En ese sentido, Alma Fernández, directora médica de la clínica española, Sanitas Dental, elaboró una lista en la que menciona 10 falsos mitos que giran en torno a la salud bucodental, y además brinda algunos consejos para mantener una correcta higiene dental.

1. La higiene dental no guarda relación con las enfermedades crónicas

Las dolencias bucodentales comparten factores de riesgo con las cuatro enfermedades crónicas más importantes (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes) pues se ven favorecidas por las dietas malsanas, el tabaquismo y el consumo de alcohol.

2. Los cepillos duros y enjuage fuerte limpian mejor

Puedes cepillarte bien con un cepillo suave y evitar el desgaste del esmalte que produce el cepillado de cerdas duras. Tampoco es cierto que un enjuague bucal fuerte o con mucho alcohol sea necesario para la salud de las encías. De hecho, estos pueden producir sequedad de los tejidos orales al modificar la cantidad y calidad de la saliva.

3. El mal aliento es crónico

La mayoría de casos de halitosis desaparecen con una correcta higiene dental, cepillándose los dientes, encías y lengua después de cada comida, y complementándola con el uso de hilo dental. Es recomendable visitar al dentista, por lo menos una vez al año, para realizar la limpieza dental, eliminar el sarro y descartar cualquier indicio de enfermedad periodental. Hay quye evitar la ingesta de determinados alimentos que favorecen la aparición de haliotosis, como ajo y cebolla.

4. La alimentación no está relacionada con la salud bucal

La fruta y la verdura contienen azúcares naturales así que un consumo en exceso puede erosionar el esmalte. Es recomendable beber leche y derivados después de las comidas y antes de cepillarte, y beber té verde (sin azúcar), ya que es rico en flúor y antioxidantes. Además, es recomendable cepillarse los dientes antes del desayuno, y no después, sobre todo si tomamos zumo de naranja, limón o pomelo ya que crean una capa protectora de florura.

5. No debes ir al dentista durante el embarazo

El embarazo comporta una serie de cambios orgánicos y de conducta que pueden repercutir en la cavidad bucal provocando un mayor riesgo de caries y de enfermedad de las encías. Por ello, cuando la mujer sepa de su embarazo, debería solicitar una visita de revisión con su odontólogo que le indicará si tiene alguna patología y realizará los tratamientos preventivos necesarios.



6. Masticar chicle después de las comidas sustituye al cepillado

Tras comer se reduce la cantidad de saliva en la boca, lo que actúa como freno a la acción destructora de las bacterias orales sobre los dientes y masticar chicle favorece la secreción salival, lo que ayuda a restablecer el equilibrio ácido base bucal, es decir, la saliva protege frente a la caries. Sin embargo, el cepillado con dentífrico y el uso de hilo dental después de cada comida es lo ideal para una limpieza completa. Masticar chicle es una opción en casos excepcionales en los que no se pueda realizar un cepillado.

7. Los deportistas tienen menos riesgos de padecer lesiones bucodentales

Las lesiones dentales son más comunes en los deportistas y su salud bucodental afecta de manera directa a su forma física y rendimiento. Las probabilidades de sufrir traumatismos dentales, caries y desgaste dental, entre otros, son mayores en este colectivo debido a la deshidratación, la ingesta de productos ricos en glucosa y a los momentos de tensión que favorecen el bruxismo.

8. Las limpiezas dentales arruinan el esmalte

La limpieza dental es la mejor manera de prevenir las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis) y evitar la pérdida de dientes, ya que elimina el sarro y la placa bacteriana. Para llevarla a cabo, los dentistas utilizan aparatos específicos que, a través de ondas vibratorias, rompen el sarro de la superficie del diente sin afectar en absoluto al esmalte.

9. Los implantes dentales pueden generar alergia

El material utilizado en el injerto de los implantes dentales es titanio, el cual posee una excelente biocompatibilidad con el organismo, y no provoca reacciones alérgicas. Lo que podría ocurrir es que no se consiga la osteointegración necesaria para mantener adecuadamente el implante en la boca.

10. Beber agua no es importante para la salud bucodental

La producción de saliva tiene como objetivo cuidar los dientes y la boca de las bacterias. Es importante beber mucha agua para que las glándulas produzcan más saliva. Al dormir, la creación de saliva es menor, por ello que se aconseja cepillarse los dientes por las noches antes de ir a la cama, ya que de esta manera, los restos de comida no producirán caries.