PDF: Manual sobre la higiene bucodental en el paciente con una enfermedad hematológica grave
El paciente hematológico es aquel que padece alguna de las enfermedades relacionadas con las células y tejidos de la sangre. En los casos de cánceres de la sangre, hablaríamos de leucemias, linfomas o mieloma múltiple, entre otros.
Dentro del tratamiento de las neoplasias hematológicas se encuentra el uso de la quimioterapia, la radioterapia o incluso la inmunoterapia.
En algunos casos, cuando la quimioterapia no es efectiva o hay riesgo de que el paciente recaiga, se plantea un trasplante de células madre de la sangre (médula ósea, sangre periférica o sangre de cordón umbilical).
Una de las complicaciones más habituales en los pacientes que realizan tratamiento es la mucositis.
La mucositis es una inflamación de la superficie mucosa que recubre el interior del tracto digestivo, siendo la boca, la garganta y el esófago las zonas más afectadas.
La mucositis oral se manifiesta como una sensibilidad aumentada de la mucosa de dicha zona con molestia o dolor al ingerir alimentos duros, calientes o especiados.
Se enrojecen diversas áreas de la boca y, en su grado máximo, se desarrollan llagas dolorosas. Las mismas lesiones pueden observarse en la garganta y el esófago, dificultando mucho la deglución de los alimentos.
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Sin duda, éste es uno de los efectos secundarios más molestos para el paciente, ya que puede ser muy doloroso e impide una adecuada ingesta de alimentos.
La mucositis, es muy común, más del 40% de pacientes que reciben quimioterapia y más del 75% de los que se someten a un trasplante de médula ósea la padecerán.
La frecuencia e intensidad de la misma dependerá directamente del tipo y dosis de los agentes quimioterápicos empleados.
En pacientes que presentan mucositis es importante evitar alimentos ácidos que irriten las mucosas (limón, kiwi, naranja, melón, tomate, fresa, cebolla, ajo), picantes (chorizo, alioli, guindilla...), fritos, condimentos fuertes y alimentos pegajosos, secos o excesivamente grasientos.
Usar alimentos de textura suave como la patata, zanahoria cocida o natillas. O alimentos en forma de puré, cremas, papillas, sopas o batidos.
La temperatura del alimento no puede ser caliente, pues las mucosas ya están muy sensibilizadas como para soportarla, y recomendaremos alimentos a temperatura ambiente o fría, que ayuda a aliviar el dolor.
Además, los pacientes con cáncer pueden presentar otros problemas bucodentales, como sequedad bucal (xerostomía), caries, trastornos del gusto o dificultad para tragar y masticar.
Los pacientes con buena salud dental antes del tratamiento tienen un riesgo menor de desarrollar estas afecciones.
Debido a que, a menudo, en el momento del diagnóstico de un cáncer de la sangre hay bastante premura en iniciar el tratamiento cuanto antes por razones de supervivencia; es importante que, en la medida de lo posible, el paciente visite al odontólogo al inicio del tratamiento.
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